La narrativa de Guillermo Tedio:
“No han visto el mar mis ojos”
Dayana Romero Parejo
Abstracto
Haciendo un énfasis en la búsqueda de la identidad
cultural como medio de distinción social en un contexto geográficamente diferente
al propio, y así, de esta manera
identificando las distintas señales de posible discriminación presentes en el
relato. Por ultimo este trabajo busca realizar una crítica sobre el manejo de
las autoridades con respecto a la problemática de los habitantes de la calle o
indigentes, y determinar qué papel cumplen estos en la sociedad.
Palabras claves: identidad cultural, discriminación, indigentes, cultura caribe.
Abstract
The present essay has as purpose to
make an analysis to the narrative of Guillermo Tedio by the study of its
stories, mainly in the work "They have not seen the sea my eyes".
Emphasizing the search for cultural
identity as a means of social distinction in a context geographically different
from its own, and thus, identifying the different signs of discrimination
present in the story. Finally, this work seeks to make a critique about the
management of the authorities regarding the problems of the homeless or
indigent, and determine what role they play in society.
Key
words: cultural identity, discrimination, destitute, Caribbean
culture.
En el cuento de Guillermo Tedio, “No han
visto el mar mis ojos” se da una mirada reflexiva con respecto al tema de la
identidad cultural, ya que fue publicado en 1984 y en esta época este era un
tema con mucha trascendencia en la literatura del Caribe colombiano, por lo
cual era muy significativo expresar y describir las características de nuestras
raíces. Todo esto se ve reflejado en el cuento por la manera en que es relatado por Tedio.
“No han visto el mar mis ojos” relata la historia de un
indigente (o como en la costa acostumbran a llamar “loco”) llamado Ebenecer que
vivía en una ciudad costera, hasta que un día inesperadamente fue capturado y
abandonado en una ciudad del interior del país en la cual la cultura y los
paisajes eran totalmente distintos a la suya, gracias a unas determinaciones
que tomó el alcalde de su ciudad natal con respecto a las personas que
habitaban en la calle. Ebenecer acostumbraba a habitar en la playa tocando su
bongó tan magistralmente que hipnotizaba y hacia bailar a todo aquel que lo
escuchara, y luego cuando llegaba al clímax de su ritmo, paraba de tocar y
corriendo se sumergía en el profundo mar nadando hasta perderse, para luego
aparecer con un pez entre los dientes. Sin embargo, cuando se encontró perdido
y desubicado en esta nueva y tan distinta ciudad, sólo pensaba en volver a
encontrar el mar para sentirse en casa, las personas se apiadaron de él y le
ofrecieron un techo donde dormir, pero cuando se sentaban con él a escuchar sus
historias sobre cómo era la costa y el mar, solo sabían reírse. Y aunque
algunas personas se juntaban a su ritmo para bailar, Ebenecer extrañaba su
tierra, así que emprendía largas caminatas a través de los páramos en busca del
mar, pero sin tener resultados, hasta que llegó el día en que Ebenecer soñó que
volvía al mar y se sumergía cada vez más profundo, y a la mañana siguiente lo
encontraron muerto cubierto de sedimentos
marinos.
Gracias a lo descrito anteriormente podemos establecer la
relación que tiene el título con el contenido del cuento, pues hace referencia
al momento en que Ebenecer es abandonado en la ciudad del interior y
desesperadamente emprende la búsqueda del mar, pero no obtiene ningún
resultado, de allí “No han visto el mar mis ojos”.
Siguiendo con el análisis del cuento, enfocándonos en los
hablantes líricos, encontramos
primeramente al narrador podemos notar que es un narrador omnipresente o dios
ya que conoce todo sobre la historia y los personajes narrándolo en tercera
persona, y luego está Ebenecer cuando hace diálogos directos en la obra, y los
indirectos cuando se dice en las palabras del autor lo que Ebenecer contaba
sobre su vida y experiencias, este personaje durante todo el relato maneja un
temple de ánimo bastante nostálgico y melancólico, debido a que en su rostro se
notaba que se sentía perdido, como que no encajaba en ese lugar, por obvias
razones pues estaba lejos de casa, y siempre que intentaba buscarla fallaba,
entonces todos estos factores provocaban que Ebenecer estuviera con ese ánimo
todo el tiempo.
Agregando a lo anterior,
para referirnos a las funciones del lenguaje presentes en el texto, cuando el
personaje de Ebenecer hace diálogos directos como “No me abandones, mar” y “No
me jodan” en el cual hizo alusión a su dialecto y se deja en claro las expresiones
típicas de su lugar de origen, ambas corresponden a la función apelativa porque
indican a su emisor, ya sea hipotéticamente el mar o las personas que lo
observaban mientras estaba en el piso, a realizar una acción, sin embargo
podemos apreciar que la primera cumple una función poética simultáneamente, ya
que la expresión se dice con un poco de nostalgia y va dedicada al mar, así que
estos mismo a quienes van dirigidas estas expresiones juegan el papel de
oyentes líricos dentro del relato, al igual que el público universal, es decir,
todo aquel que lea el cuento.
En el cuento “No han visto el mar mis ojos” es muy
importante la detallada descripción del mundo de referencias que se manejan en
la narrativa en el momento de identificar los distintos espacios geográficos,
ya que solo así le permite al lector establecer las diferencias involucradas en
cada contexto.
“…bajo el cielo veteado por la niebla que se cuajaba con el vaho de los páramos…”, “…inmerso en esta atmósfera de tarde sin sol…”, “…se sintió aplastado por la monotonía implacable de una atmósfera gris y sin futuro…”, “…observó en redondo las puntas de azúcar de los páramos que rodeaban el pequeño valle donde estaba el pueblo…”, “…en busca del mar y las gaviotas, los tiburones y los peces, los sargazos y los corales…”, “…un fondo de corales más rojos que la sangre...”
A partir de estos fragmentos del libro se puede hacer una
diferenciación entre los distintos escenarios utilizados, por un lado está la
costa descrita como un lugar caliente, bañado por mares, alegre, lleno de
turistas y con un aura de euforia, en cambio en la ciudad del interior,
predomina el frío, la soledad, carece de sol y que está lejos del carisma de la
costa, rodeada de montañas y cubierto de neblina. Entonces teniendo en cuenta
la información proporcionada por el texto sobre el lugar de origen de Ebenecer,
y lo que ocurre cuando es alejado de este, podemos identificar que el tema del
cuento es la búsqueda de las raíces o identidad cultural.
En el cuento “No han visto el mar mis ojos” podemos notar
ciertas características que nos indican la utilización de la teoría de la
carnavalización plateada por Mijail Bajtin2, pues al principio mientras
el autor va describiendo la primera escena, hace una especie de contraste, ya
que nos habla de un negro que está tocando maravillosamente un tambor, y que
alrededor de él hay personas hipnotizadas por el ritmo que danzan, al plasmar
esta imagen en nuestra cabeza nos imaginamos algo caribeño, cerca de la costa,
pero luego el autor menciona que tiene los labios cuarteados por el frío,
entonces el resultado sería un negro tocando un tambor con gente que baila
alrededor pero no en la costa, sino en un pueblo del interior, lo cual suena
bastante controversial.
Además de la anterior observación, otra de las
características de la teoría de la carnavalización que se encuentra bastante
explícita en el cuento, es la que se refiere a que en lo carnavalesco el lugar
por excelencia es la plaza pública, aquí se pasa la mayoría del tiempo natural,
y si nos damos cuenta la esencia de Ebenecer se encontraba en la plaza donde
siempre iba a tocar el tambor, lo mismo que cuando estaba en su ciudad natal y
lo hacía en la playa, era un espectáculo para el público.
También se ve reflejado el rebajamiento de la
carnavalización, hacia un objeto muy importante y casi que sagrado para
Ebenecer como lo era su bongó3, pues al momento de encontrarse en el
pueblo del interior sin nada y abandonado, su bongó se convirtió en cualquier
pote del común que tuviera resonancia.
Al hablar del estilo literario de esta obra, y no sólo
esta sino involucrando la narrativa de Guillermo Tedio en general, podemos
destacar la riqueza en figuras literarias de tipo descriptivo que le aplican a
las obras una importancia y riqueza en los detalles, como por ejemplo: la
sinonimia, exageración, prosopografía, entre otras; y las de comparación, como
el símil y la metáfora, que permiten al lector establecer similitudes y captar
la idea de lo que el autor busca dibujar en nuestras mentes, sin olvidar que
Tedio utiliza un vocabulario un poco avanzado que busca embellecer el texto y
darle un sentido más estético pero a la misma vez intelectual a
Por otro lado la
conservación de la identidad cultural por parte del personaje de Ebenecer en el
texto, es un factor muy importante ya que demuestra que aunque él se encuentre
lejos de su tierra, se rehúsa a olvidar sus tradiciones, más bien se aferra a
las prácticas que lo hacen sentir más cerca de ella, por esta razón la carga de
la identidad cultural representa en Ebenecer todos los símbolos, creencias,
tradiciones y conductas que fundamentan su sentido de pertenencia con su lugar
natal. El Caribe es una fusión de culturas indias, africanas y europeas que
juntas forman un escenario de mucha riqueza y trascendencia cultural.
La cultura caribeña está representada
por una identidad dinámica, proveniente de la gastronomía, las danzas, la
música folclórica, el dialecto, y demás expresiones culturales. Pero sobretodo
la música y la danza constituyen un patrimonio artístico y cultural esencial de la población del Caribe Colombiano, por
esto vemos reflejado en Ebenecer la magia que provoca en las personas cada vez
que toca su tambor, la manera en que lo hace empezando con un repique suave y
luego ir aumentando la intensidad y velocidad, mientras las personas siguen su
ritmo es una práctica meramente cultural con una trascendencia ampliamente
histórica.
Ahora cuando hablamos de unas posibles señales de
discriminación en el relato hacia Ebenecer, no por su color de piel, sino por
su proveniencia porque algunas personas lo tomaban para su entretenimiento,
como creían que estaba loco simplemente optaban por reírse de sus historias y
anécdotas, sin saber de su origen o como eran en realidad esas vivencias para
él que decidía compartirlas con ellos, sin embargo cuando él se dio cuenta de
eso, lo que provocaron estas personas fue que se hundiera más en tu melancolía
sin vuelta atrás, extrañando más su hogar y provocó ese desafortunado final.
Por último analizando la situación que le tocó vivir a
Ebenecer y que fue la causa de todo lo sucedido en este relato, como se sabe
este era una persona que habitaba en la calle o indigente, y por culpa de las
decisiones que tomó el acalde de esa ciudad arbitrariamente, sin una constancia
legal, él y muchas otras personas fueron apartadas de su tierra, para llevarlos
a otro mundo totalmente distinto para ellos, donde se encontraron desamparados
y desprotegidos, cosa que se supone el gobierno debería corregir y no desviar,
todo por tratar de dar una buena imagen a los turistas.
La situación de los indigentes como problemática social
proviene del descuido de la educación, la falta de atención de los implicados o
incluso del mismo gobierno para generar recursos a los cuales todos tengan
acceso, ya que sin educación, no hay trabajo y por consiguiente el desempleo y
el analfabetismo, en su coalición terminan provocando desenlaces como los
habitantes de la calle, sin embargo, para contrarrestar esta problemática no es
viable crear políticas públicas que
se basen en la limpieza social, donde solo consiguen retirarlos de los espacios
públicos y aparentar que el problema no existe. Es necesario que existan
cambios dirigidos hacia la reintegración social, donde no se excluyan, sino que
se les capacite para buscar y aprovechar las oportunidades que les permitan
tener una mejor calidad de vida.
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